La norma NOM-001-SEMARNAT-1996 regula las descargas de aguas residuales en cuerpos receptores naturales y por lo tanto tiene una gran injerencia tanto para el ambiente al que protege como para las organizaciones que generan y liberan dichas aguas. Ya que la norma cumple al momento 22 años de vigencia, una revisión era de esperarse. Aunque su modificación ya estaba propuesta en el Plan Nacional de Normalización desde hace unos años, fue hasta este año que se decretó oficialmente y que podemos ver los cambios que ocasionará para las empresas y laboratorios de análisis. En este artículo revisaremos los cambios más relevantes. Dado que aún se trata de un proyecto, no está garantizado que su contenido tal cual se haga obligatorio, pero puede usarse para entrever la filosofía con la cual se actualizará esta norma.

Adiós DBO, hola Toxicidad

Sin duda el cambio mayor que trae esta versión consiste en que elimina la vigilancia y análisis del parámetro de Demanda Bioquímica de Oxígeno (DBO o DBO5) en favor de la determinación de toxicidad aguda con los organismos indicadores Photobacterium phosphoreum, además de Daphnia Magna para aguas dulces y Artemia franciscana para aguas salobres.

Mencionando someramente la DBO (se expone con mayor profundidad en este artículo), este parámetro mide el oxígeno que consumen los microorganismos en contacto con el agua residual y por el cual se estima la cantidad de materia orgánica que existe en ella y puede servirles para sustento. Con más de 100 años de antigüedad, la DBO se remonta a los orígenes mismos del tratamiento de agua moderno y ha sido bastante útil; sin embargo, por algunos inconvenientes como la duración del análisis (5 días) y el tiempo de vida reducido de las muestras se han desarrollado métodos rápidos que, si bien no son totalmente equivalentes, están correlacionados con la DBO. En este caso, el proyecto de norma instituye la Demanda Química de Oxígeno (DQO) y el Carbono Orgánico Total (COT) como métodos de estimación de carga orgánica.

Siempre ha sido un desafío cuantificar el grado de riesgo que representan los compuestos del agua descargada para la vida: la gran diversidad de compuestos químicos que pueden y mezclarse con el agua son miles y la determinación de cada uno de ellos en forma rutinaria no es económicamente factible, por lo que es inevitable recurrir a indicadores generalizados. La DBO, la cual emplea organismos en su determinación, puede detectar esta toxicidad pero sólo de forma indirecta y vaga; uno puede deducir que un efluente tiene toxicidad elevada si encuentra que la materia orgánica determinada por DQO o COT es alta pero el consumo de oxígeno de la DBO es bajo: existe alimento, pero los microorganismo no pueden consumirlo al estar inhibidos por los compuestos ponzoñosos que se encuentran en el agua. Por otro lado, habrá poco consumo de oxígeno con materia orgánica reducida, haya contaminantes o no.

La toxicidad aguda medida con organismos indicadores reemplazará a la DBO como el indicador general de toxicidad. En estas pruebas se colocan los organismos de pruebas en una serie de diluciones y tras un tiempo transcurrido se analiza la tasa de mortalidad en cada una de ellas, proyectando la concentración a 50 % de letalidad mediante métodos estadísticos. El límite propuesto de CL50’ de 5 unidades de toxicidad significa que, el agua residual deberá presentar una tasa de mortalidad del 50 % cuando se diluye a 1 en 5 partes o menos.

Siendo un indicador general, el ensayo de toxicidad permite ejercer una regulación sobre los compuestos orgánicos que son demasiado complejos o específicos del giro de la industria como para analizarlos periódicamente. Esta vigilancia favorece el control sobre la descarga de aguas residuales en su punto de origen, donde la composición y cantidad de los contaminantes que se generan es conocida, en lugar de hacerlo en lugares posteriores donde las descargas se mezclan y su composición se vuelve más compleja y se desconoce con exactitud.

Aspecto físico

Además de la Demanda Bioquímica de Oxígeno, la Materia Flotante y los Sólidos Sedimentables también han sido removidos en el proyecto de norma. Por un lado, su cuantificación siempre se ha prestado a imprecisiones debido a que es sumamente dependiente del punto de muestreo y su profundidad (uno no encontrará materia flotante si toma la muestra desde el fondo y no encontrará sólidos sedimentables si muestrea en la superficie); por otro lado, representaban los dos parámetros que controlaban y regulaban la basura y partículas sólidas que emitían los generadores de la descarga. Si llega a existir un tipo de control sobre la descarga de ellos, será ámbito de otra norma reguladora.

El proyecto de norma introduce la determinación de color en el agua residual. Esta difiere de la determinación de color por la escala Platino-Cobalto que se realiza en el agua potable (ésta sólo mide diferentes graduaciones de un tono amarillento). En la prueba de color de la norma NMX-AA-017-1980, se mide la absorción de luz a diferentes longitudes de onda del espectro de luz visible y de acuerdo a ellas se determina el tono dominante y el grado de pureza (relacionado con el grado general de absorción). El límite fijado para todas las muestras es del 15 % de pureza.

La nueva clasificación de las descargas y sus límites

El proyecto de norma cambia sustancialmente el modo de clasificar las descargas de agua residual: suprime el uso presunto del agua a descargar (riego agrícola, público urbano) y se enfoca mayormente en la naturaleza del cuerpo receptor:

• Ríos, arroyos, canales y drenes.
• Embalses, lagos y lagunas.
• Zonas marinas mexicanas y estuarios.
• Suelo.

Únicamente en el caso de descarga a suelo mantiene casos para el riego de áreas verdes la infiltración y otros riegos.

Para los parámetros que permanecen en el proyecto de norma (notoriamente, los mismo metales regulados en la norma presente), algunos límites permanecen sin modificación mientras que otros se reducen. Recomendamos revisar la tabla misma de la norma para verificarlos en particular.

Aparte de los valores de promedio diario y mensual ahora existe una nueva columna de Valores Instantáneos, aunque ésta aplicará únicamente para verificaciones realizadas directamente por la Comisión Nacional del Agua o la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente.

Calidad microbiológica.

La determinación de coliformes fecales en la descarga será reemplazada por la determinación de Escherichia coli. Se trata de un cambio menor, ya que el mismo método de análisis que determina coliformes fecales ahora se encargará de confirmar que Escherichia coli está presente en los tubos positivos de coliformes fecales. Esto suprime la incertidumbre sobre si los organismos termotolerantes que dan positiva la prueba de coliformes fecales son efectivamente de origen fecal o especies de vida libre.

Parámetros específicos para aguas salobres

Algunos métodos para el análisis de agua tienen un desempeño pobre si se aplican en agua salada, como lo puede ser el agua descargada en procesos que se alimentan de agua de mar o el mismo análisis de agua residual que se mezcla con aguas marinas. El proyecto de norma prevé esta situación y asigna métodos diferentes para este tipo de aguas que se desempeñan adecuadamente (para efectos de la norma el criterio es tener más de 1000 mg / L de cloruros).

Como hemos visto, la toxicidad emplea Artemia franciscana en vez de Daphnia Magna, la cual es un organismo de agua dulce. Por el mismo motivo, se usan enterococos fecales en lugar de Escherichia coli. La determinación de materia orgánica se realiza con el Carbono Orgánico Total en lugar de la Demanda Química de Oxígeno, en la cual el ion cloruro es una interferencia.

El muestreo y el compromiso de laboratorios y responsables de descargas.

El proyecto de norma asienta la obligación de tomar las muestras en días que representen verdaderamente las actividades y procesos regulares que generan aguas residuales. Para comprobarlo, el proyecto obligará a los laboratorios de análisis a documentar el permiso de descarga de la Comisión Nacional del Agua para emitir los informes de resultados y a los responsables de la descarga a declarar bajo protesta que las circunstancias y condiciones de muestreo representan el régimen normal de operación del proceso generador.

Para la periodicidad del muestreo, se mantienen los mismos ritmos de muestreo de la norma presente excepto que no se especifica un intervalo de 3 horas cuando el proceso generador dura menos de 4. Ahora existe la obligación adicional de tomar la última muestra simple dentro de las últimas horas de funcionamiento del proceso generador, por lo que éstas deberán ser declaradas y documentadas.

Las modificaciones de la norma representarán un reto a cumplir tanto para responsables de la descarga de aguas como para los laboratorios encargados de su análisis. Con la preparación previa a su declaración oficial, su transición puede ser suave y sin contratiempos.