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Las sutilezas del análisis: Introducción

Mirar con realismo los análisis y sacar provecho en el intento

Un ingeniero detecta una anormalidad en el proceso de su industria; diligentemente, toma una muestra de agua en un frasco y lo lleva al laboratorio, confiando confirmar rápidamente y sin problemas si su agua está saliendo bien. Entra al laboratorio con el frasco en mano, lo pone en el mostrador y mira de frente a la recepcionista, confiado.

La muestra

“Quiero un análisis de esta agua”

Lo que sigue bien podría prestarse para un sketch cómico o un thriller de horror, según la perspectiva:

“¿Contra qué norma quiere analizar su muestra?”

“¿Qué parámetros quiere que se analicen en su muestra?”

“¿Qué método prefiere: norma 051, Standard Methods o EPA 200.7?”

“Con fines de precisar el alcance, ¿cuál es el rango de concentración que espera de la muestra?”

“Lo sentimos, pero el volumen de la muestra es insuficiente para realizar todos los análisis que quiere, tendrá que elegir entre algunos de ellos o volver a su planta y traer más muestra.”

“Mucho gusto, tendremos su resultado en 10 días hábiles”.

“El resultado es de 14,5 con 0,6 mg / L de incertidumbre para un 95 % de confianza utilizando un factor de cobertura de 2”.

Naturalmente, el entusiasmo que tenía nuestro personaje por analizar el agua se podría haber esfumado por completo, y quizá salga del laboratorio con la mirada perdida, refunfuñando y dispuesto a no volver a pedir un análisis salvo que se vea obligado por causas de fuerza mayor.

Simpatizamos con su decepción y trataremos de hacer su experiencia lo mejor posible pero, así como los edificios no se construyen de la noche a la mañana y la leche no llega instantáneamente de la vaca a la mesa, los análisis nunca podrán igualar la rapidez y efectividad que muchos de nosotros nos llegamos a imaginar una vez:

Análisis de superhéroe

“Ingresando muestra. Procesando, resultado listo en cinco, cuatro, tres, dos, uno… Análisis completado: la muestra contiene 1,235 % de metales de los cuales 76,4 % es fierro, 15,2 % zinc, 5,8 % aluminio, y 2,6 % cobalto. Transgresiones a la norma: cero.”

Los análisis no son ni mágicos, instantáneos ni omnipotentes, todos tienen limitaciones de las que deberá estar consciente; no quiere decir esto que deba entrar a un laboratorio químico esperando siempre el peor escenario y malas noticias. Conociendo más a fondo las sutilezas de los análisis, usted podrá sacarle el máximo provecho al laboratorio y realizar los ajustes necesarios a su proceso de una forma planeada y sin sobresaltos. Conviértase en un usuario avanzado del laboratorio, en esta serie aprenderá cómo.